Practicando la tinta.

Imágen original. Portada del #22 de la
revista Draw. Ilustración de Scott Williams.

En este caso el consejo viene por el lado de la tinta, y se trata sobre cómo sacar provecho de algo de mala calidad. No soy ni el patrono de las descargas ni pontifico al respecto, pero sería un hipócrita si no dijera que descargo cosas tanto como cualquier otro. Especialmente cuando considero que la tienda de cómics más cercana la tengo a casi 400 km de distancia y que todo el material que leo es en inglés. 

Me gustan mis revistas pronto y en idioma original, pero no soy muy adepto a andar leyendo en el monitor de la PC. No solo me molesta sino que me resulta contra natura. Si encima de todo sumamos que me gusta leer revistas con notas y libros más bien extensos la idea de estar contemplando un monitor durante muchas horas no me seduce en lo más mínimo. Es ahí cuando el factor “Impresión” entra en juego. Prefiero gastar unos pesos en imprimir o la revista entera o una selección de material de la misma. Lo junto en carpetitas y cuando puedo les imprimo una tapa para que no queden desprolijos.

En este caso la impresora a color de mi trabajo se quedó sin cartucho negro, por lo que imprimió la imagen pero sin dicho color. Unos segundos antes de tirar la impresión a la basura se me prendió la lamparita y dije: ¿Y si relleno yo los negros y de paso practico el entintar sobre el dibujo de otro?

Impresión hecha en una impresora con
el cartucho negro agotado.

Cierto es que en este caso en particular más que entintar es meramente repasar o llenar algo que no está presente, pero a los efectos de la práctica es casi lo mismo. Voy a usar los elementos de siempre: tinta china, pinceles, rapidograph y pluma. Siempre consideré que la tinta es mi punto más débil, y que me veo forzado a hacerla porque no hay nadie que la haga por mí. Si el día de mañana consigo trabajar con un entintador no voy a volver a tocar jamás un pincel o una pluma.

Yo siempre aconsejo tener a mano un par de dibujos de algún dibujante que nos guste y que estén hechos a lápiz para poder entintar sobre ellos o con una lightbox o con papel manteca. Lo importante es ir agarrándole la mano a las herramientas e ir perdiéndole el miedo a trabajar con la tinta. Este es solo un consejo, pueden trabajar en el formato que quieran y con los materiales que deseen, lo que importa es que se vayan acostumbrando a que en el mundo del cómic el trabajo no siempre termina cuando uno completa los lápices. Y en un mercado harto competitivo como este cuanto más sea capaz de hacer el propio artista, mejores chances de conseguir trabajo va a tener.

Versión de la mala impresión con los valores negros agregados
y retoques hechos por mí.